11 de septiembre de 2012

Sentir la menstruación




Este relato me llegó por correo esta mañana y vaya que si me hizo sonreír y mover la cabeza en señal de ¡sí, eso es, así es como debe de ser!

  
El relato de Aina es muy conmovedor y me alegro de compartirlo aquí con ustedes. La autora sabe que su historia forma parte de las historias de la vida y que nuestras historias ayudan a sanar, así que ella me ha pedido que lo comparta y con el corazón en la mano y una sonrisa en la cara, aquí se los dejo. 

~♥~

El camino espiritual de una mujer empieza con su primera menstruación. Esto es lo primero que se me viene a la mente para empezar este relato de mi corta vida menstrual, pues quiero compartirlo con todas ustedes, porque sé que me entenderán a la perfección y se sentirán identificadas conmigo…

Bueno, empiezo esta historia presentándome, mi nombre es Aina y tengo diecinueve años. Soy una mujer entre muchas, aunque tengo una característica que quizá a ustedes les parezca curiosa y peculiar: soy ciega de nacimiento. No me avergüenza decir que soy ciega, como tampoco me avergüenzo de tener la menstruación, me siento orgullosa de ser una mujer que, desde siempre, he sentido mi lunita más que otras mujeres que me rodean. De hecho, mi primera luna fue una verdadera iniciación chamánica, contando con que yo no tenía ni idea de estos temas. Lo voy a contar muy brevemente: unas semanas antes, soñé con una serpiente enroscada en una hiedra, la cual se desenroscaba y cuando su cuerpo ocupó todo el tronco de la enredadera, sentí como una especie de éxtasis, mi primer orgasmo. Yo no le presté mucha atención, porque tenía otros problemas externos, pero las señales continuaron. Justo el mismo día que empecé a sangrar, estaba leyendo un maravilloso libro de Isabel Allende que se titula La Ciudad de las Bestias, y cuenta la historia de un chico estadounidense que viaja al Amazonas con su abuela; allí conoce a una chica y juntos emprenden un viaje fantástico, guiados por una tribu indígena a los que llaman la Gente de la Neblina. Bueno, pues ellos le hacen al chico una iniciación masculina al mundo de los adultos, mientras que las indígenas le explican a la chica que una niña se hace mujer cuando sangra por primera vez, y justo en ese momento, comencé a sangrar yo… eso sí que lo tuve en cuenta, pero no sabía cómo interpretarlo.

Durante algunos años, tuve sentimientos encontrados con mi lunita: me gustaba tenerla, pero a la vez me disgustaba la sangre, los dolores, el no poder bañarme en la playa, el mal humor que tenía… hasta que me pasó algo que me hizo cambiar. Estuve tomando corticoides durante un año por una operación que me hicieron en los ojos y estos medicamentos hicieron que mi regla no viniera durante tres meses. Yo estaba alarmada y me sentía bastante hinchada, pero los médicos no le daban importancia. Entonces dejé de tomarlas y a la semana mi lunita reapareció y estuve tan contenta de volver a verla que sonreí por primera vez desde que me viniera la menarquía y juré no tomar nunca más medicamentos alópatas y estoy mucho mejor con todo, créanme!

Entonces me lo tomé como una rutina y me ponía nerviosa si se retrasaba, como todas las mujeres de mi familia, pero yo sabía que había algo más…tenía sensaciones, visiones, sueños lúcidos y todas esas cosas, pero cuando se lo contaba a mi madre me decía que estaba loca y yo le decía que, por pura lógica, ella debería sentir cosas similares, y me respondía que no tenía tiempo para pensar en esas cosas, lo cual me desconcertó bastante. Yo me callé la boca durante algún tiempo, hasta que empecé a indagar en el mundo espiritual y alternativo: Reiki, homeopatía, gemoterapia pero me faltaba algo. Entonces, por un flechazo del destino, encontré a Miranda Gray y su fantástico libro Luna Roja. Esto me despertó muchos sentimientos nuevos, pero a la vez me abría de nuevo a otros sentimientos viejos que yo intentaba reprimir por no tener cómo nombrarlos ni explicarlos.

Bueno y después de todo esto, ustedes se preguntarán cómo manejo la parte física de mi lunita. Pues bien, lo primero que tengo que decir es que el hecho de ser ciega no hace que resulte más complicado estar en esta situación de ser mujer. Yo no puedo ver la Luna, pero me guío por las energías y con la ayuda de las webs de Internet que te dicen cómo está la Lunita hoy. Yo soy de luna roja, así que mi flujo comienza con la luna llena, desde que estoy estabilizada y trabajando conmigo misma va siguiendo fielmente a la Luna, como un girasol que sigue al Sol. Una semana antes, noto cómo mis poderes de Bruja van resurgiendo de las profundidades y veo serpientes, caras grotescas y brujas, todo esto en una cueva y tengo más sensibilidad y conexión con la Madre Tierra, así que siento que pronto llegará el momento de replegarme a mi interior. Además, como mi cuerpo es sabio y conoce mi dificultad física, me avisa con unas punzaditas en el bajovientre para que me vaya preparando, porque dentro de algunas horas saldrá el maravilloso jugo de mi interior…

Para saber si estoy sangrando o no, tengo primero que distinguir el flujo vaginal –que es muy abundante en estos momentos- de la sangre real, así que tengo que tocar y oler mi ropa interior, esto no me da ningún asco porque lo he hecho desde siempre y es una cuestión de autosuficiencia: tienes que saber cuándo empiezas a sangrar antes de que otros te lo digan… Durante todo mi sangrado, necesito oler y tocar la sangre para saber en qué momento voy a terminar de sangrar, porque la textura y el olor es diferente en cada día de sangrado y su regularidad me hace saber que todo va bien. Además está el hecho de que me gusta oler mi lunita, porque siento que estoy viva: cuando me lavo lo hago sin jabón, para después llevarme las manos a la nariz y oler mis dedos cubiertos de roja y caliente sangre, abundante el primer día, llena de coágulos en el segundo y tercer día, y poquita al cuarto, cada una con su olor característico.

Si quieren aceptar estos consejitos de alguien que está empezando en esto de la menstruación consciente, se los voy a dar encantada. En primer lugar, si disponen de una copita o una toallita ecológica (desafortunadamente yo no dispongo de ninguna de estas dos cosas, pero espero tenerlas pronto), antes de enjuagar las toallitas o vaciar la copa, cierren los ojos y toquen su sangre, olvídense del color que tiene y fíjense en su textura, su temperatura, su olor…, cójanla en sus manos y pinten su cuerpo o un lienzo con ella, y verán que, a través de sus ojos cerrados, percibirán el color rojo entrando en todo su ser, conectándolas con la Tierra y con otras mujeres.  Si viven en el campo y son de luna roja como yo, pueden salir desnudas pintadas con su sangre a danzar y a cantar bajo la luna llena, es una actividad que les quitará el dolor del vientre y además, si tienen el flujo abundante, pueden ofrendar la sangre directamente desde su útero a la Tierra, simplemente poniéndose en cuclillas y observando cómo la sangre baja la Tierra y es absorbida por esta. Exploren su sexualidad durante los días de sangrado y compárenla con los demás días, verán que el clítoris parece más grande y la vagina está mucho más abierta y lubricada, además de que se pueden excitar con más facilidad ¡y les aseguro que esto quita todos los dolores!

Espero que les haya gustado este pequeño relato y les sirva de algo mi experiencia para avanzar en este camino. 

¡Juntas podremos cambiar la sociedad!

Reciban todo mi afecto,
Aina

7 de septiembre de 2012

Dudas sobre la copa menstrual



Escribo una vez más en este espacio para responder a sus preguntas. En esta ocasión he juntado varias preguntas de distintas mujeres sobre el uso de la copa menstrual. 

La pregunta es: ¿Puedo usar la copa a la hora de dormir? ¿Es normal que se manche un poco la ropa interior al usar la copa o al orinar? ¿Hay algún problema al usar la copa los últimos días de sangrado?


Antes que nada quiero que sepan que me encanta recibir sus preguntas pues estas me ayudan a saber que tipo de mujeres leen este blog, la información que buscan o lo que es más importante para ustedes, además de que todas sus preguntas me ayudan a seguir aprendiendo sobre este tema.  

Creo que la mejor forma de responder sus preguntas es compartiendo mi experiencia y lo que he ido   descubriendo sobre la copa menstrual. La copa menstrual es un producto muy práctico que muchas mujeres compran cuando hacen su transición de productos desechables a productos naturales. La copa menstrual es muy buena para esos días que andas fuera de casa, que necesitas ir al trabajo o a la escuela y necesitas seguir con tus actividades de día a día, aunque claro que lo mejor sería que bajaras un poco tu ritmo de vida y te des un tiempo para descansar durante estos días. 

La copa definitivamente se puede usar para dormir, lo único que yo recomiendo es que antes de irte a dormir vacíes tu copa para que la copa te dure toda la noche y la vacíes temprano por la mañana. Aunque no hay nada malo en usar la copa de noche, yo te recomendaría que le dieras un respiro a tu vagina. Cuando yo empecé a usar la copa la usaba todos los días de mi sangrado pero conforme pasó el tiempo me di cuenta de que disfrutaba más cuando mi sangre fluía por lo que ahora utilizo una toalla nocturna. 

Todas las marcas de copas sugieren que si una está manchando quiere decir que la copa no está bien colocada y se recomienda retirarla y volverla a colocar. Para asegurarte que la copa está bien colocada, necesitarás introducir el dedo índice en tu vagina y moverlo al rededor de tu vagina y así poder sentir que la copa está bien colocada y ésta hace un sello con tus paredes vaginales. La copa no debe estar aplastada de ningún lado sino debe sentirse redondita y sin ningún borde doblado, una vez que hagas esto no debes de gotear más.

Si usas la copa menstrual de noche es posible que manches aunque esto depende del día de tu ciclo y que tan abundante sea tu flujo. Es decir, si estás en tus primeros días de sangrado en los que tu flujo es abundante puede que la copa no aguante toda la noche que si estás en tus últimos días de sangrado en donde el flujo es más ligero. Si te molestan las manchas puedes prevenirlas combinando la copa menstrual junto con una toalla de tela. 

Otra de las razones por las que podemos manchar al usar la copa menstrual es que la talla de la copa no sea la adecuada o que nuestros músculos vaginales no sean lo suficientemente firmes para sostener la copa haciendo que se escape un poco de flujo menstrual por los lados. En estos casos, lo recomendable es empezar a crear una rutina de ejercicios pélvicos para comenzar a tonificar nuestros músculos vaginales los cuales a partir de los 30 años comienzan a perder su tonalidad aun cuando no tengamos hijos. Los músculos vaginales como cualquier otro músculo del cuerpo que no utilizamos pierde su tonalidad y en el caso de las mujeres, el no tener los músculos del suelo pélvico tonificado puede causar incontinencia a la larga, perdida de energía sexual, cólicos, etc.

En cuanto a utilizar la copa los últimos días de sangrado yo te recomendaría utilizar otro producto que no sea la copa pues la copa es demasiado grande para los últimos días. En mi caso me di cuenta que no me gustaba usar la copa los últimos días de mi sangrado en donde realmente ya no estoy sangrando sino goteando. Cuando comencé a usar la copa sentía que me lastimaba y que podía sentir la copa físicamente dentro de mí y me incomodaba a la hora de sentarme. Al principio pensé que era porque no la había colocado bien pero después me di cuenta de que era porque la copa estaba casi vacía y mi cuerpo prefería respirar. Hoy en día para estos últimos días de goteo uso mi esponja, la más pequeñita o un pantiprotector pues así puedo ver la marca de mi sangre y saber a ciencia cierta cuando cayó la última gota de sangre y anotar en mi calendario los días exactos que dura mi menstruación. 

Ahora bien, aún trayendo la copa puesta es totalmente normal ir al baño a orinar y a la hora de limpiarte ver una manchita de sangre. Esto no debería de pasar todo el tiempo pues la copa está dentro de la vagina y no tiene contacto directo con la orina. Recordemos que la sangre menstrual sale por la vagina y la orina sale por la uretra por lo que no hay contacto con la copa o con la sangre a la hora de orinar. Sin embargo también recordemos que ninguna de nosotras menstrua de forma ordenada, la sangre es desordenada y sale como tiene que salir. El usar productos naturales no significa que nunca más volverás a manchar, significa que podrás cuidar de tu cuerpo de forma natural y comenzarás a ser consciente de tu sangre y de tu propia vida pero como cualquier mujer seguirás estando propensa a tener pequeños accidentes, descuidos y aventurillas menstruales! :O

Mi propia teoría sobre la sangre a la hora de orinar es que si tus labios vaginales estaban manchados de sangre, a la hora de orinar, tu orina tocará tus labios y esa es la sangre o manchitas de sangre que estás limpiando pero esto no quiere decir que tu copa esté mal colocada ni que estés teniendo goteos. 

Finalmente, el usar productos naturales es un proceso totalmente distinto al que estábamos acostumbradas en el que solo aplicábamos un tampón y hasta se nos olvidaba que estábamos sangrando y solo nos acordábamos otra vez cuando teníamos que cambiarnos el tampón por uno nuevo y tirar el usado a la basura. El uso de productos naturales requiere que seas consciente de tu sangre y de tu cuerpo por lo que necesitarás aprender a reconocer físicamente tu vulva, a sentirla y explorarla con tus manos por lo que todo esto lleva tiempo y un poquito de esfuerzo y ganas de hacerlo!

Yo te recomendaría que empezaras a reconocer cómo te sientes con la copa menstrual y que pruebes otros productos para que puedas darle tiempo a tu vagina de descansar y respirar. También te recomendaría que empezaras a crear tu propia rutina menstrual y experimentes que es lo que mejor te funciona. Tomate tu tiempo pero no dejes que estas pequeñas cosas te limiten en tu re-encuentro con tu propia sangre y cuerpo. 

En resumen:

~~ Los primeros días de tu sangrado en los que tu flujo es más abundante cambia la copa más seguido para que no manches. Los días de flujo ligero podrás cambiar la copa con menos regularidad.

~~ Si usas la copa de noche vacíala antes de dormir pero ten en cuenta de que puede que la copa no te aguante toda la noche si es que estás en tus primeros días de sangrado en los que tu flujo es abundante. Piensa en la posibilidad de usar una toalla nocturna para estos días de flujo abundante en vez de la copa menstrual.

~~ Para tus últimos días de sangrado en los que estás goteando yo te sugeriría que usaras un pantiprotector en vez de usar la copa pues la copa es muy grande para las pocas gotitas.

La copa menstrual es un producto muy bueno y muy práctico que felizmente recomiendo a todas las mujeres sin importar su edad. Sin embargo también hay otros productos como las esponjas marinas y las toallas desechables que son iguales de cómodos y prácticos los cuales puedes combinar durante tus días de sangrado dependiendo de tu flujo.

Para darte una idea de cómo he ido adaptando mi periodo a estos productos naturales, aquí te comparto un resumen de mis días…

Día 1: copa menstrual de día y toalla nocturna de noche
Día 2: copa menstrual (si es que tengo que salir a la calle) o una toalla para estar en casa 
Día 3: lo mismo que el día 2
Día 4: esponjita de mar talla S 
Día 5: pantiprotector o esponjita talla S
Día 6: pantiprotector o simplemente dejo que las gotitas fluyan

Recuerda que todas tenemos gustos distintos y puede que tú quieras usar la copa todos los días. Como dije al principio esta es mi propia experiencia, lo que he ido descubriendo al usar estos productos y lo que mejor me funciona a mi. Habrá mujeres que solo usen las toallitas o que tengan una opinión distinta a la mía, lo que te sugiero es que experimentes con estos nuevos productos lo que más le gusta a tu cuerpo.

Con amor,
Belinda